Una rutina matutina que mejorará la productividad de tus ventas

Una rutina matutina hecha a tu medida

¿Cuál es la clave del éxito de las personas más exitosas, como los atletas profesionales, los magnates o los políticos? Con una rutina matutina adecuada, el éxito está garantizado. Te permite reflexionar sobre tus objetivos y metas y centrarte en lo que realmente importa.

Aunque algunas personas de éxito se enorgullecen a menudo de sus rutinas matutinas, como correr en la piscina o comerse exactamente tres rebanadas y media de pan integral, una rutina matutina solo necesita ser coherente para que genere buenos resultados. Si tu rutina te ayuda a sentirte más productivo y concentrado, entonces lo estás haciendo bien.

 Hay tantos tipos diferentes de rutinas matutinas porque cada persona quiere alcanzar distintos objetivos en sus días. Como comercial, tienes que mantener tu mente fuerte y tener mucha energía a lo largo del día, además de ser organizado y estar siempre centrado. Te proponemos un plan para tus mañanas para que puedas centrarte en la productividad de tus ventas.

Tu mañana comienza la noche anterior

Empezar bien el día implica ser capaz de despertarte sin sentir que tienes un millón de cosas por hacer. Antes de dormir, prepárate bien para el día siguiente. Elige tu ropa, haz tu comida, asegúrate de tener localizadas tus llaves… Si haces estas cosas, sabrás que ahorrarás tiempo por la mañana y eso te permitirá relajarte por la noche. Podrás dormir profundamente porque te aseguras de que no te vas a despertar agobiado.

Levántate cuando te suene el despertador (No lo pospongas)

El botón para posponer la alarma es tu peor enemigo. Al levantarte después de la primera alarma, tu cerebro se sentirá en la cima del día y no sentirás que te estás retrasando.

Si te espera un día de ventas muy atareado, tener la mente equilibrada te ayudará a tener más éxito. Sentirte lúcido y positivo te proporcionará más seguridad y, como todos los comerciales saben, más ventas.

Hay una cura fácil para las mañanas en las que te sientes deprimido y de mal humor. No será fácil levantarse tras la primera alarma, especialmente las primeras veces. Será especialmente difícil si estás acostumbrado a dormir 10 minutos más cada día, pero puedes cambiar esa costumbre de posponer la alarma.

Levantarte y estar despejado más temprano te da la motivación que necesitas para ponerte en marcha. Recuerda: Estar listo para irte y moverte durante la mañana te ayudará a estar más activo el resto del día.

Haz ejercicio/Medita

Tanto el ejercicio físico como la meditación te aportan energía y te ayudan a mantener la concentración el resto del día. El ejercicio activa el flujo sanguíneo y pone en marcha todo tu cuerpo, así que no te sentirás perezoso. La meditación te ayuda a estar preparado y centrado en tu día y te permite canalizar tu energía y usarla de la mejor manera.

Estos dos hábitos son más importantes de lo que se piensa. La combinación de ambos puede ayudar a que tu cuerpo se despierte y hará que te centres si quieres trabajar de 9 a 17. Incluso 5 minutos de ejercicio aeróbico pueden ponerte en marcha y mejorar tu resistencia.

Y no te olvides de respirar. Puedes ser productivo durante estas horas antes de entrar a trabajar si te relajas y te tomas el día con calma. No des paso al estrés por el momento.

Desayuno

Todo el mundo dice que el desayuno es la comida más importante del día y si lo dicen, por algo será.

No obstante, es importante recordar que desayunar no es tomarse una taza de café y una naranja mientras te diriges a la puerta.

Tampoco decimos que te tengas que tomar unas tortitas caseras, una taza de cereales y un bol de fruta tropical cada mañana. A no ser que quieras y puedas, claro. Podrías tomarte dos huevos y una tostada, por ejemplo. Un buen desayuno te proporcionará la energía que necesitas para el resto del día sin que te pases comiendo. Cuando más nutritivo sea, mejor. Algunos consejos para tu desayuno: los hidratos de carbono te darán energía instantánea, las proteínas te mantendrán activo y la fibra hará que te sientas saciado.

Si te tomas un buen desayuno, empezarás el día con buen pie. Te dará la inyección de energía que necesitas para que te lances a por tu día.

Planifica tu día

A veces, tus días son tan ajetreados que rozan lo caótico. Sin embargo, una mala mañana puede ser la causa de un mal día porque te da la impresión de que te estás persiguiendo a ti mismo.

Mientras vas al trabajo o durante el desayuno, intenta dedicar 5 minutos a planificar tu día. Anota la cosas más importantes que debes hacer y en qué orden debes hacerlas. Márcate algunos objetivos propios también, como caminar 2000 pasos o llevarte la comida de casa.

La clave para planificar bien tu día es saber cuáles son tus prioridades. Conviértelas en tus objetivos y divídelos en pequeños pasos para que sean más factibles. Todo te parecerá más sencillo.

Al igual que organizar tu mañana antes de dormir, planificar bien tu día hará que todo parezca más fácil de conseguir.

Escucha Podcasts

Por último, encuentra la manera de aumentar tus conocimientos. No importa la experiencia que tengas en tu campo o la sabiduría que hayas ganado con los años, siempre es refrescante escuchar nuevas ideas y perspectivas. Los podcasts son una buena manera de seguir aprendiendo a la vez que haces otras cosas. Mientras vas al trabajo o te preparas para salir de casa, escucha los podcasts que te apetezcan según tu estado de ánimo.

En internet puedes encontrar millones de podcasts. Hay más que suficientes para que puedas encontrar uno que se ajuste a tu estado de ánimo o que se centre en el tema sobre el que quieres aprender más. Los podcasts motivacionales te ayudarán a mejorar tu estado de ánimo. Los podcasts te ayudarán a aumentar tus conocimientos y a sacarles ventaja a los de tu gremio.

Incluso hay podcasts creados específicamente para comerciales como tú. Puedes aprender las mejores formas de cerrar acuerdos, mejorar la productividad de tus ventas o escuchar alguna historia curiosa sobre el cierre de un trato que parecía imposible. Los podcasts son estupendos porque te permiten hacer otras cosas mientras los escuchas, por eso son perfectos para empezar tu día.

La clave de una rutina matutina es ser capaz de cumplirla. Lo que la convierte en eficiente y útil es ser capaz de convertirla en un hábito, es decir, no sentir que te vas arrastrando. Al principio puede que te cueste un poco, pero si eres constante, pronto te acostumbrarás y, cuando lo hagas, mejorarás tu productividad y planearás cada día para tener éxito.

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